1/10/11

Soto

Antiguo linaje castellano, muy ilustre. Etimológicamente procede del término castellano soto, del latín saltum, que es el bosque ribereño o de vegada, cuya vegetación suele ser preclímax respecto a niveles superiores. De esta casa procedió doña Leonor de Soto, duquesa de Vista Hermosa, que casó con el duque don Alonso, Infante de Aragón. Hay también otra rama de este linaje, correspondiente a Andalucía de la cual se tiene constancia de un caballero llamado don Andrés Hernández de Soto, que litigó su hidalguía y ganó ejecutoria de nobleza, despachada en la Real Chancillería de Valladolid. A este ilustre familia perteneció el célebre conquistador don Hernando de Soto, Adelantado de la Florida y Gobernador de Cuba. Estuvo también con Francisco Pizarro en la conquista del Perú. Fue un desdichado conquistador, caballero en extremo y valiente hasta la temeridad, pero en sus expediciones tuvo que sufrir toda serie de calamidades, ataques de los indios, fiebres, pérdidas de víveres y bagajes, etc. etc. Al llegar al Misisipí, Hernando de Soto, ya estaba enfermo, hasta el punto que tuvo que tomar el mando su lugarteniente Moscoso de Alvarado. Tras un encuentro con los indígenas, de Soto, herido, agravó su enfermedad, muriendo. Su cuerpo, para que no fuera profanado por los nativos, fue arrojado al fondo del río. Otro ilustre miembro de esta esclarecida familia fue Pedro de Soto, dominico y teólogo español, nacido en el año 1.495, que fue prior del convento de su Orden en Ocaña y Confesor del emperador Carlos V. Vicario General de la Orden de los Dominicos en Alemania y catedrático de la Universidad de Dillingen, en la cual tuvo que abandonar a causa de la rebelión del príncipe Mauricio. Desde 1.555 a 1.558 profesó, por la orden de Felipe II, en las Universidades de Oxford y Cambridge, en Inglaterra. Fue teólogo pontificio de Pio IV, en el Concilio de Trento. Pedro Soto de Rojas, nacido en Granada, en 1.584, fue un notable poeta que gozó de la protección del conde-duque de Olivares y que perteneció a la "Academia Salvaje". Tras abrazar el estado sacerdotal, regresó a Granada, donde fue canónigo de San Salvador y abogado de la Inquisición. De azur, un águila exployada, palada de cuatro piezas de oro y gules. Bordura di gules, cargada de ocho candados abiertos de sable.

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