Apellido de origen leonés.
De León, pasaron a Castilla y fueron los que, en el año 755 ayudaron al rey, don Alfonso II, obteniendo privilegios de pobladores de la villa de Sahagún.
Numerosos autores señalan a los componentes del apellido Castellanos como pertenecientes a la sangre real de los godos, que al pasar a Castilla dejaron el apellido Gutiérrez, por que eran conocidos, para adoptar el de Castellanos, vinculándose así a la tierra reconquistada. Algunos caballeros de este linaje tomaron parte en la conquista de Galicia donde quedaron muy bien “heredados” en el valle de Quiroga, de donde salió Rui Castellanos, uno de los más distinguidos héroes en las guerras de Castilla, que después de haber hecho lucir su bravura, en la batalla de las Navas de Tolosa, se retiró a sus posesiones de Astorga para tomarse un bien merecido descanso.
Otro Castellanos, en este caso, Juan Esteban, se distinguió al servicio del rey Alfonso haciéndose notar por su valor en la batalla del Salado.
En los antiguos reinos de Valencia y Aragón, floreció también una rama de este esclarecido linaje, siendo Antonio Miguel Castellanos quien, el 1.370, repobló Chelva, en el reino de Valencia.
Otra rama del linaje se estableció en la Mancha, donde fundaron un gran mayorazgo en el año 1.538 y edificaron el monasterio de Santa María de los Llanos. Pero los de este linaje pasaron también a la conquista del Nuevo Mundo, siendo, don Pedro Antonio Castellanos, célebre por su enemistad con Hernán Cortés. Sin embargo, su nobleza llegó al punto de que, cuando Cortés fue acusado en la Corte, se constituyó en su defensor, elogiando sus distinguidos servicios. De regreso a España se retiró a su señorío de La Solana donde murió.
Don Juan Castellanos acompañó al conquistador, Gonzalo Jiménez de Quesada descubriendo, en 1.538, el Nuevo Reino de Granada.
Escudo de armas: De gules y un castillo de plata terrazado. Bordura de azur con ocho leones de oro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario