Este apellido se dice que es toponímico, por tomar el nombre del lugar de su origen, que es la villa de Cuéllar (Segovia), desde donde posteriormente se extendió por toda la Península.
Probó su nobleza, pureza de sangre e hidalguía a fin de ingresar a la Orden de Calatrava en los años 1676 y 1680; y para ingresar en la Orden de Montesa en el año 1581.
Don Francisco de Cuéllar fue creado Conde de Torre-Cuéllar en 19 de agosto de 1770.
Sus armas: Escudo partido: 1º. en campo de azur, un león de oro, y en el jefe tres flores de lis del mismo metal, y 2º. en campo de gules un palo de plata, cargado de doce bezantes de oro fileteados de gules.